El japonés más tradicional de la provincia. Pescado de muy buena calidad, amplia carta de sushi (el Rainbow está impresionante) y disponen de takoyaki al mediodía. Imprescindible.
La comida muy fresca, buenísima y se nota que está hecha con cariño. El personal es super agradable y con muchas ganas de hacerl bien. Y tienen pastelitos de los que comía Doraemon!
Japo auténtico y sus propietarios encantadores. Ciertos detalles me decepcionaron: q los palillos sean reutilizados, servilleta tamaño posavasos, que sirvan toda la comanda a la vez. Necesita mejorar
En el medio día no ponen ni sushi ni rollos , es súper raro en un restaurante japonés , porque normalmente la gente viene a comer precisamente ese tipo de comida